Supervisión de casos para profesionales
Supervisión de equipos
Para llevar a cabo los proyectos y objetivos formado por un grupo humano, es importante la cohesión y buena comunicación entre sus componentes. En los equipos de trabajo es común que existan planteamientos diferentes, visiones personales, objetivos diversos y particulares que puedan hacer que la visión global se vea afectada.
Cuando estas mecánicas aparecen, puede derivar en conflictos dentro del grupo, deteriorándose la comunicación entre los componentes y apareciendo críticas y rencores. Con el tiempo, esta situación genera un clima poco motivador y desgaste.
Cada vez es mas frecuente que los equipos de trabajo contraten a una figura externa como supervisor y dinamizador de grupo. Su función es generar un clima de tranquilidad y movilizador que permita que las personas puedan plantear sus inquietudes sin que se vivan como críticas, dentro de la compresión y la singularidad de cada persona.
El supervisor busca la cohesión entre los componentes, la visión de grupo y de unión, y que cada persona se pueda sentir comprendida y respaldada por sus compañeros, dejando un espacio para su propia individualidad. Esta figura puede ayudar a ser más productivos, a tener un clima positivo y mejorar el rendimiento, haciendo que el trabajo no sea una fuente de agotamiento, sino de motivación y encuentro.
La figura del supervisor se ha asociado clásicamente a equipos de salud mental focalizados a la atención clínica de pacientes, pero cada vez es mas acceptado que esta ayuda se pueda trasladar al grupos humanos dentro del ámbito empresarial.